En la imagen se ve a Elena y Roberto Terlevich sosteniendo sus Diplomas Honoris Causa, sonriendo ampliamente. En el Planetario UNLP

El Consejo Superior de la Universidad Nacional de La Plata determinó que Elena Kirilovsky y Roberto Terlevich sean nombrados como "Profesores Extraordinarios en la Categoría de Honorarios", luego de la propuesta elevada por el Consejo Directivo de la FCAG. El año pasado recibieron el título de Doctores Honoris Causa de la UNLP.

"Es una alegría enorme que la UNLP los haya nombrado profesores distinguidos; es todo un crecimiento para nuestra Facultad, y un aprendizaje, por la historia de vida que tienen y por lo que significan para la Astronomía para la Facultad, para el país y a nivel internacional", dijo Amalia Meza, Decana de la FCAG.

El expediente con código 1100 Número 187 de este año del Consejo Superior de la Universidad Nacional de La Plata determina que la Doctora Elena Kirilovsky y el Doctor Roberto Terlevich sean designados Profesores Extraordinarios en la Categoría de Honorario de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la UNLP.

"Nuestra generación, que entró como estudiantes a la Facultad después del regreso de la democracia, notó siempre que había una época de la que no se hablaba. Era como una pesadilla, había pasado y nadie quería hablar. No se hablaba de la gente que había tenido que irse o los estudiantes detenidos desaparecidos. Entonces, algunos años después, cuando me tocó graduarme y empezar a hacer los primeros años de posgrado, surgió una posibilidad de ir a Inglaterra y mi directora del momento, Nidia Morrel, me recomendó que fuera a trabajar con Elena y Roberto. Fue un cambio de carrera, de vida. No sólo en la experiencia de estar afuera sino en la experiencia de conocer a una pareja de investigadores/padres sustitutos/consejeros y eso fue así para todos los que tuvimos la suerte de compartir y trabajar con ellos", dijo Guillermo Bosch, Doctor en Astronomía y ahora director del Planetario UNLP. "Siempre han generado un ambiente único. Nos pareció que era bueno empezar a traerlos de vuelta", agregó.

El expediente destaca lo mismo, tanto en el caso de Elena como en el de Roberto: "Que, a lo largo de su carrera, han mostrado una predisposición permanente a seguir en contacto con la Unidad Académica de esta Universidad, participando cada vez que le fue posible, de eventos, colaborando en la formación de posgrado de numerosos estudiantes tanto en el rol de Director o Codirector de Tesistas con Becas Doctorales en el exterior". El expediente, además, destaca un elemento clave en el modo de vida de Elena y Roberto: "Su integridad en los aspectos ético-morales ha sido motivo permanente de reconocimiento y valoración en todos los claustros y entidades profesionales".

El año pasado, cuando se le entregó el título de Doctor Honoris Causa, la Dra. Amalia Meza dijo: "Tengo el enorme honor de hacer entrega de estos diplomas Doctor Honoris Causa, es la distinción más importante que tiene nuestra Universidad para aquellas personas muy destacadas en ciencia, en la academia, en la cultura y que han tenido siempre una conexión con nuestra universidad. Elena y Roberto son candidatos por excelencia. En agosto pasado cuando tuve que presentar a nuestros Honoris Causa en el Consejo Superior de nuestra UNLP, -cada Facultad hace una pequeña presentación de cada uno para que luego el Consejo Superior refrende este nombramiento- se me hinchó el pecho de orgullo. Eran egresados de nuestra casa, los conocía, me daba una alegría enorme compartir y volver con ese nombramiento".

Los Terlevich

El 27 de marzo de 1977 Elena y Roberto tuvieron que dejar el país en un exilio obligado. Hacía un año que la dictadura cívico militar había tomado el poder en Argentina y una semana después del 24 de marzo de 1976 los dejaron cesantes en sus trabajos: a Elena, en el Observatorio de la UNLP y a Roberto en el Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE-UBA-CONICET). Tenían dos hijos de 2 y 3 años. Pasó un año hasta que lograron viajar a Inglaterra gracias a la intermediación de una amiga y al apoyo financiero de la familia.

"Nunca callamos nuestras opiniones. Esa era nuestra participación", dice Elena. "En la primera lista que llegó al IAFE estaba mi nombre y el de muchos colegas de gran relevancia", agregó Roberto sobre las listas de personas perseguidas que circulaban durante la dictadura.

Elena dice que todo ese tiempo fue difícil: "nuestra carrera fue difícil por el desarraigo, perder amigos, pero hubiera sido imposible seguir la carrera sin la confianza que pusieron en nosotros algunos de nuestros colegas. Virpi Niemelä, por ejemplo, destacada astrónoma de nuestra Facultad, siempre les dice a los estudiantes que vayan a trabajar con Roberto y Elena porque vale la pena", recuerda.

Roberto trabajó y vivió en el Observatorio: "mi familia no podía mantenerme y trabajaba de noche en el Gran Ecuatorial haciendo ocultaciones de la Luna y como me gustaba desarrollar equipos, hice un sistema fotométrico para detectar las ocultaciones de las estrellas por la Luna. También cubría las visitas de los viernes cuando venía público general. Viví varios años en el Observatorio, en una habitación pequeña sin baño, debajo del edificio donde actualmente está la Sala Informatizada y el Departamento de Alumnos. Cursaba de día y a la noche observaba. Era algo fantástico, lo amaba. Mi habitación era pequeña, debajo de la escalera había un rincón donde tenía la cocina. En la otra punta del edificio había otra pieza, en la parte de abajo de una cúpula redonda. Ahí también estuve mucho tiempo y un par de años la compartí con Osvaldo Ferrer y ocasionalmente venía Juan Carlos Muzzio. Era una pieza cilíndrica y nos reíamos porque con esa arquitectura ¡no habría arañas en los rincones!", recuerda.

Elena recuerda a sus otros compañeros. "En nuestra promoción estaban Osvaldo Ferrer, Lía García, Estela Malaroda, Hugo Levato, Marcelo Arnal, Juan Carlos Muzzio, Anita Bolchinsky, Estela Brandi, Felix Mirabel, Ricardo Morras. También María del Carmen "Marita" Chidíchimo y su marido, que estaban haciendo su doctorado en Inglaterra.

Roberto recuerda: "Un día que estaba en el IAFE atendí el teléfono y alguien preguntaba por Ricardo Chidíchimo, el hermano de Marita. Por supuesto dije que no tenía idea y que no trabajaba allí, pero obviamente sabían que su hermana sí". Marita era amiga y colega. Ricardo Chidíchimo fue secuestrado cuando tenía 27 años y continúa desaparecido.

Roberto y Elena van a volver a Argentina en noviembre y van a participar de las actividades y actos por los 140 años del Observatorio Astronómico.