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Elena y Roberto Terlevich: Amor y Astronomía por igual

Roberto es porteño y platense por adopción, Elena vivió siempre en La Plata. Se conocieron cursando la asignatura Física, común a las carreras de Física y Astronomía y aunque Elena empezó aquella carrera, al año cambió por la carrera de Astronomía y desde ese momento siempre han estado juntos. La charla con ambos tiene una diferencia horaria de 4 horas, están en Cambridge, Inglaterra y la distancia física no impide que nos llegue la emoción y gratitud que sienten por la posibilidad de recibir el título Honoris Causa de la UNLP. Han pasado pocas horas de esa entrevista y esto ya es un hecho. Compartimos trazos de sus vidas, ligadas a la investigación y la pasión por lo que hacen, sin importar la tierra que pisan, el lugar del mundo que habiten.

Recibir el título "Honoris Causa" de la UNLP

Ambos enfatizan dos aspectos: el cariño y reconocimiento de sus estudiantes y colegas y el agradecimiento por siempre a una universidad pública y gratuita.

Elena comenta emocionada, "todo este tiempo fue difícil, nuestra carrera fue difícil porque el desarraigo, perder amigos fue difícil, pero hubiera sido imposible seguir la carrera, decir basta, sin la confianza que pusieron en nosotros algunos de nuestros colegas. Virpi Niemelä, por ejemplo, destacada astrónoma de nuestra Facultad, cada vez que me encontraba con algún colega, me decían -Virpi los adora, siempre les dice a los estudiantes que vayan a trabajar con Roberto y Elena porque vale la pena.

Y ahora nuestros estudiantes nos apoyan de esta forma, aunque a veces uno termine medio enojado con su Director de tesis (risas) porque es un trato muy directo y tenemos que estar empujando todo el tiempo. Pero, bueno, ellos pensaron en este premio. Esta propuesta para el Honoris Causa nos resultó increíblemente tierna.
Y ya nos pasó cuando la Asociación Argentina de Astronomía nos dio la categorización de socios honorarios".

El Dr. en Astronomía Guillermo Bosch, quien junto a los Dres. Mónica Cardaci y Guillermo Hägele elevaron al Consejo Directivo de FCAG la propuesta de postularlos al título Honoris Causa de la UNLP, les dijo hace un tiempo que quería hacer una video llamada. "Nosotros estábamos en México, nos contó sobre lo que habían pensado y si nosotros aceptaríamos...creo que lloramos por una semana entera -recuerda Elena- no podíamos dormir y además dijimos, esto es una maravilla pero no va a salir nunca".

Roberto agrega, "es un sentimiento muy curioso, para mí es suficiente con lo que ya hizo la Facultad y pienso que lo del Honoris Causa, si lo aprueba la universidad, no lo sé, pero me siento muy modesto en relación a quienes ya lo han recibido".
Elena cree que esta relevante distinción a dos científicos "es muy importante desde el punto de vista sociopolítico, porque los científicos en este momento, en el mundo, estamos desprestigiados; se favorece más la economía, la mentira, lo que sea, y creo que los científicos no recibimos el apoyo suficiente y entonces el hecho de que se esté considerando este honor para los científicos, es maravilloso".

Roberto recuerda que su carrera como astrónomo la comenzó desde muy chico como aficionado en Amigos de la Astronomía de Buenos Aires, "pero viniendo de una familia muy humilde yo no hubiese podido acceder al conocimiento al que accedí si no fuera porque en la Argentina la educación de calidad era y es pública y gratuita. Eso es algo fantástico, nosotros pasamos por la universidad en una época de grandes profesores de los cuales uno lleva esa influencia encima y estamos orgullosos de haber sido sus estudiantes. No sólo Don Miguel Itzigsohn, también Titina Mocoroa, Héctor Vucetich... junto a ellos estudiábamos y trabajábamos todas las horas que estábamos despiertos.

Yo me siento muy honrado de haber tenido la oportunidad de participar en eso y espero que se siga dando en nuestro país porque no sucede lo mismo en otras partes del mundo. Aquí, en Reino Unido, es mucho más duro y sobre todo si vienes de familias humildes, es muy difícil tener acceso al conocimiento de primer nivel. Elena y yo tuvimos esa oportunidad en la Argentina".

Estudiar y vivir en el Observatorio

 La pregunta los remite a esos primeros años de estudio en el Observatorio Astronómico de la UNLP. Y ambos mencionan a un querido profesor, un buen hombre: Miguel Itzigsohn, "Don Miguel" como lo llamaban sus alumnos y colegas.
"Admiraba a Don Miguel -dice Roberto Terlevich-, mi familia no podía mantenerme y él me ofreció una Ayudantía. Yo trabajaba de noche en el Gran Ecuatorial haciendo ocultaciones de la Luna y como me gustaba desarrollar equipos, hice un sistema fotométrico para detectar las ocultaciones de las estrellas por la Luna. También cubría las visitas de los viernes cuando venía público general.
Viví varios años en el Observatorio, en una habitación pequeña sin baño, debajo del edificio donde actualmente está la Sala Informatizada y el Departamento de Alumnos. Cursaba de día y a la noche observaba. Era algo fantástico, lo amaba.

Mi habitación era pequeña, debajo de la escalera había un rincón donde tenía la cocina. En la otra punta del edificio había otra pieza, en la parte de abajo de una cúpula redonda. Ahí también estuve mucho tiempo y un par de años la compartí con Osvaldo Ferrer y ocasionalmente venía Juan Carlos Muzzio. Era una pieza cilíndrica y nos reíamos porque con esa arquitectura ¡no habría arañas en los rincones!".

Elena recuerda a sus otros compañeros, "en nuestra promoción estaban Osvaldo Ferrer, Lía García, Estela Malaroda, Hugo Levato, Marcelo Arnal, Juan Carlos Muzzio, Anita Bolchinsky, Estela Brandi, Felix Mirabel, Ricardo Morras...
Don Miguel me ofreció una ayudantía ad honorem en el Departamento de Astrometría. Desde esa oficina, años después, veíamos a nuestros hijos jugar en la Guardería de la Universidad.

El exilio. "Nos echaron del trabajo en la primera semana del gobierno militar"

Los Terlevich responden de manera precisa: 27 de marzo de 1977. Esa es la fecha cuando se fueron de la Argentina a un exilio obligado, a un año de la dictadura cívico militar en el poder.
Exactamente una semana después del 24 de marzo de 1976, los dejaron cesantes en sus respectivos trabajos: A Elena, en el Observatorio de la UNLP y a Roberto en el Instituto de Astronomía y Física del Espacio (IAFE-UBA-CONICET). Tenían dos hijos de 2 y 3 años. Pasó un año hasta que lograron irse a Inglaterra gracias a la intermediación de una amiga y al apoyo financiero de la familia.

"Nunca nos callamos nuestras opiniones -dice Elena- esa era nuestra participación. -Digamos, somos de izquierda, agrega Roberto. En la primera lista que llegó al IAFE estaba mi nombre y el de muchos colegas de gran relevancia".
Elena agrega, "empecé a dar clases de Matemática y Física en colegios secundarios. Vivimos diferente trato, a Roberto lo protegieron en su Instituto hasta el punto de hacerle un contrato a mi hermano para poder pagarle por unos trabajos que hacía Roberto de reparación de instrumentos".

"Los reparaba en casa -agrega Roberto- ellos me daban los instrumentos y todo lo necesario para arreglarlos. El Director del Instituto decía -a mí me gustan los cigarrillos de tal marca, porque voy a terminar en la cárcel".

"En mi caso, agrega Elena- fue lo contrario y hasta me cambiaron la cerradura de la oficina donde trabajaba. Para mí fue muy agresivo". Roberto reafirma, "el ambiente en el Observatorio era pesado".
En ese momento, una amiga y colega, María del Carmen "Marita" Chidíchimo y su marido estaban haciendo su doctorado en Inglaterra. Roberto recuerda, "al hermano lo desaparecieron, estaba estudiando Física. Un día que estaba en el IAFE atendí el teléfono y alguien preguntaba por él. Por supuesto dije que no tenía idea y que no trabajaba allí, pero obviamente sabían que su hermana sí".

A pesar de que el padre de Elena conocía a quien en ese entonces era el Director del Observatorio, la carta de referencia que éste hizo para que ella entregara en Cambridge, especificaba que había sido echada... "No era la mejor carta para pedir un lugar en una universidad extranjera".

"Llegamos a Cambridge con los niños, con la caña de pescar, con todo, ¡hasta las bicicletas nos llevamos! Era un fin de semana, nos quedamos con nuestros amigos y el lunes fuimos con ellos al Instituto de Astronomía a hablar con quien era su Director, el Dr. Martin Rees.

Ambos recuerdan, "el Dr. Rees nos escribió una carta de invitación porque conocía el caso del hermano de Marita y pensó que nosotros teníamos que salir de la Argentina. Al llegar nos dijo: no hay lugar para que hagan un doctorado porque ya cerró el plazo de ingreso. Las clases empiezan en octubre así es que hasta ese mes los tendremos como visitantes y ustedes tendrán tiempo de conocer otros Departamentos, otras universidades y grupos de investigación. Podrán quedarse aquí o seguramente otra universidad los va a aceptar".
Martin Rees es una personalidad muy importante en el mundo de la Cosmología y en la política de Gran Bretaña.

"Nosotros llegamos con una mano atrás y otra adelante, fueron los 6 meses más difíciles de nuestra vida y de nuestros hijos porque ellos no hablaban inglés y nosotros apenas. Los niños no sabían por qué nos habíamos ido de casa y tampoco era seguro que nos fuéramos a quedar. Tuvimos que demostrar que éramos valiosos y que nos podían tomar como estudiantes de doctorado. Y entonces desde el principio nos pusimos a trabajar full time. Por eso digo que los chicos son los que seguramente lo pasaron peor", resume Elena.

También recuerda la sorpresa que se llevó al ver que en Cambridge no había Guardería y tenían que contratar alguna privada y sumar el cuidado de una niñera que pagaban entre los dos matrimonios amigos. "Las mujeres, o no seguían carreras académicas, o una vez que se casaban y tenían hijos dejaban la profesión".

Sobre los viajes de observación a Chile durante los años de dictadura allí y en la Argentina, Roberto explica que para venir a nuestro país era más sencillo ingresar por frontera terrestre, por Mendoza.

"Tuve que renovar el pasaporte y eso fue algo curioso, azaroso. En la fila, de casualidad, delante de mí estaba Alejandro Clochiatti, destacado astrónomo argentino experto en supernovas y que desde hace años investiga en Chile. Lo había leído pero no lo conocía personalmente".
Elena agrega, "a Roberto le pasó algo realmente feo esa vez porque cuando dijo que necesitaba viajar antes del lunes le dijeron, bueno, venga el sábado. Entonces Roberto fue, no había nadie y escuchaba en la antesala de la oficina que adentro discutían si estaba implicado en algo o no".

Roberto dice, "se escuchaba a alguien decir: ¡terrorista desde antes de nacer! y otro que decía, no debe ser así, hablan pero no es así, no tiene nada que ver. Y yo pensaba, si gana uno me dejan adentro y si lo hace el otro, me dan el pasaporte". Lo logró.

Sobre si pensaron en volver a nuestro país, ambos dicen que sí, pero fue el pasando el tiempo, "nuestros hijos crecieron acá, se educaron acá, formaron sus parejas y hogares acá y ahora tenemos seis nietos, todo aquí. En los primeros años definitivamente pensamos en volver - recuerda Roberto- pero en cuanto nos graduamos, inmediatamente me ofrecieron un cargo permanente acá y era muy difícil volver a la Argentina con una posición definitiva".

Inglaterra, Chile, Australia, Hawái, Méjico y siempre la Argentina

En esos meses ambos lograron ser aceptados en Cambridge. Elena se dedicó a simulaciones numéricas de evolución de cúmulos de estrellas de n-cuerpos, dirigida por Sverre Aarseth, "el personaje de n-cuerpos por excelencia. Yo había trabajado con Reynaldo Cesco en Mecánica Celeste y entonces la conexión con n-cuerpos y dinámica estelar era bastante natural".

A Roberto le propusieron un trabajo que involucraba mucha observación. "Me dirigió Cyril Hazard, un radio astrónomo que me ayudó a encaminarme en la carrera pero en un tema que no tiene nada que ver con la radioastronomía. En realidad, él dejó de trabajar en radioastronomía y empezó a trabajar conmigo en la parte óptica, no por mí influencia sino por influencia de colegas de Estados Unidos, como Wall Sargent. Empezamos a hacer búsquedas de cuásares en placas Schmidt tomadas en Monte Palomar y en el Observatorio anglo australiano, ubicado en Australia. Ese país tenía el telescopio más grande del momento, de 4,20m.
Iba muy seguido a observar a Chile y también a La Palma y a Australia. Ocasionalmente a Hawái".

Tanto viajaba que una vez su hija le preguntó a Elena cuándo regresaría su papá. Luego de la explicación de tiempos de la manera más comprensible para una niña, la respuesta infantil fue: ¿Por qué no buscamos otro papá?

En relación a las visitas a la Argentina, ambos dicen, "vamos seguido, no sólo a la reuniones científicas, hemos ido a trabajar con ambos Guillermos y hasta antes de la pandemia, prácticamente todos los años vamos por un par de meses. Es un vínculo que nunca se interrumpió. Además nuestras familias están allí".

El INAOE, otro de sus "hogares"

Los Terlevich viven en Cambridge, sus puestos laborales allí ya han terminado al jubilarse pero aún continúan con un vínculo laboral y afectivo con el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE). Tonantzintla, en el estado de Puebla.

"Nuetra movida al INAOE en Mexico estuvo no sólo influenciada por la persona de Alfonso Serrano Pérez Grovas "Pingüino" sino también por el proyecto que él llevaba adelante: construir en Mexico un radio telescopio de 50 metros de diámetro funcionando en ondas milimétricas. Este telescopio, que ya lleva funcionando más de 10 años, es el más grande de su tipo a nivel mundial y es parte del conjunto de telescopios milimétricos del proyecto del horizonte de eventos que detectó los agujeros negros súper masivos en M87 y en la Vía Láctea. Lamentablemente el Pinguino falleció muy joven y antes de utilizarlo.
Cuando en 1992 asumió como Director del INAOE, nos invitó a visitarlos, lo hicimos y junto con Guillermo Tenorio Tagle, Jorge Melnick, Jose Franco y Horacio Dottori se armó un instituto internacional de Astrofisica Avanzada que se llama Guillermo Haro y todos los años, desde 1994, hay talleres internacionales de astrofísica avanzada. Son días de intenso trabajo e intercambio de ideas, talleres, todo en un mismo lugar. -en una atmósfera bucólica, como decía el Pingüino".

Unos cinco meses al año, viajan a México y el resto de los meses trabajan remotamente. "La verdad es que lo hemos pasado muy bien en México".

¿Quién hace qué?

La Dra. Elena Kirilovsky de Terlevich hace un resumen de su recorrido en la investigación astronómica. "Trabajé en distintos temas, mi tema de tesis fue sobre la dinámica, la relación de las fuerzas gravitacionales entre las estrellas de un cúmulo estelar y cómo es su influencia en el desarrollo y evolución del cúmulo. A ese tema he vuelto ahora con un trabajo puntual.

Siempre me gustó la observación astronómica pero en los primeros años de posgrado, mis hijos eran chicos y no podía viajar a observar, además ya lo hacía Roberto que viajó mucho tiempo a distintos observatorios del mundo.

Cuando los chicos crecieron y se fueron de casa comencé a hacer trabajos que involucraban observaciones. Ese trabajo empezó con un colega y mentor en el Observatorio de Sussex donde también trabajé: Bernard Pagel quien tenía una estudiante con quien he seguido colaborando en los últimos 40 años: Ángeles Díaz.

Ambas trabajamos en los elementos químicos en las estrellas, en las regiones de formación estelar, en el medio interestelar, en el gas que rodea a las estrellas y en el gas del cual se forman.
Nos enfocamos en investigar cuáles son los elementos químicos que lo conforman y cómo dichos elementos químicos pasan a formar parte de las estrellas que se forman.
Luego, cuando esas estrellas evolucionan y explotan como supernovas, por ejemplo, envían nuevamente al medio Interestelar elementos más procesados, cada vez más pesados, y vemos cómo estos elementos enriquecen el medio Interestelar y que las nuevas generaciones de estrellas van a incluir estos elementos.

Ese fue el tema con el que dirigimos a Guillermo Hägele "Guillito", y sobre el cual sigue trabajando.

Al mismo tiempo me fui interesando más y más en trabajos que hacía Roberto y hace más de 20 años que ambos estamos trabajando juntos, aunque Roberto empezó años antes.
Es un trabajo vinculado con los elementos químicos y con la cosmología. Digamos, una cosmología más dura. O sea, cómo a partir de los elementos químicos más primitivos, más livianos, menos evolucionados que se encuentran en el medio Interestelar -hidrógeno, helio, deuterio- podemos confirmar, mejorar o elaborar las teorías de la formación del universo.
Conocer qué pasó inmediatamente después del Big Bang, cuáles son los núcleos de los elementos químicos que se formaron en esa gran explosión según los modelos más exitosos.

Trabajo también con otros colegas, pero siempre a partir de qué es lo que podemos aprender del gas que está en estas regiones de formación estelar, regiones muy jóvenes con estrellas muy calientes que son capaces de fotoionizar el gas, o sea, transformar hidrógeno en hidrógeno ionizado y helio neutro en helio ionizado y cómo a partir de sus estudios, podemos aplicarlo a teorías del origen del universo".

El Dr. Roberto Terlevich reseña, "cuando estaba en la Argentina empecé a hacer un doctorado en instrumentación y estaba construyendo en el IAFE, con otro de mis coetáneos, Roberto Méndez que actualmente está en Hawai, un fotómetro de 3 canales de alta resolución temporal comandados por una computadora para instalar en el telescopio de 1.5m de Bosque Alegre en Córdoba. Me tuve que ir antes de poner el fotómetro en ese Observatorio, pero estaba funcionando todo, había que programar la computadora con cintas de papel perforado. Era un tema muy lindo. Cuando llegué a Inglaterra no pude optar por lo instrumental porque en el Instituto de Astronomia en ese entonces no se hacía instrumentación, entonces elegí otro tema que me gustaba y es el estudio de las propiedades intrínsecas de las galaxias.

En mi tesis doctoral trabajé con las galaxias más viejas que se conocen -galaxias elípticas- y las más jóvenes -galaxias HII con líneas de emisión. EL trabajo con galaxias elípticas se extendió rápidamente y formamos un grupo al que llamaron ¡los siete samurai!
Hicimos un estudio muy grande de galaxias elípticas en ese momento, por eso yo tenía que observar en Australia y en Chile por muchas noches y descubrimos lo que se llamó en ese momento "el gran atractor" pues todas las galaxias elípticas en nuestro entorno parecen estar moviéndose en una dirección, que es más o menos hacia la constelación de Centauro, a unos 600 km/s. Todos estos movimientos gravitacionales se han confirmado o negado en los años subsiguientes, pero en ese momento fue un descubrimiento importante.

Durante mi doctorado también me interesé mucho en las galaxias con líneas de emisión y junto con Jack Baldwin y Mark Phillips desarrollamos un sistema de clasificación que aún hoy día se utiliza, que se llama los diagramas de diagnóstico BPT (Baldwin, Phillips, Terlevich). Es el sistema de clasificación de galaxias con líneas de emisión más utilizado, que permite separar galaxias que están formando activamente estrellas, de galaxias que tienen un núcleo activo en su centro.

Más recientemente he regresado al estudio de las galaxias con líneas de emisión pero para tratar de estudiar cosmología, medir el parámetro de expansión del universo, la constante de Hubble utilizando dichas galaxias, además de otros parámetros cosmológicos como la cantidad de energía oscura y de materia oscura. Estamos estudiando las líneas de emisión en el universo muy lejano, cuando el universo tenía menos del 20% de su edad actual.

Con el lanzamiento del telescopio James Webb ya estamos viendo los primeros resultados y nos va a permitir el estudio hasta distancias mucho más grandes. Ya estamos viendo que los objetos que está detectando el James Webb y que se encuentran a grandes distancias son básicamente muy similares a las galaxias compactas con líneas de emisión a distancias intermedias y a distancias cercanas que nosotros estamos estudiando.

Entonces, es un aspecto muy excitante poder hacer cosmología, independientemente de lo que se conoce con la cosmología que se hace con las supernovas, que es la parte canónica del estudio del universo en estos días.
Nosotros más modestamente en cuanto a tiempo de telescopio y en cuanto a la calidad de resultados, también podemos hacer un estudio que es independiente pero que hasta ahora ha dado los mismos resultados que los que nos han dado las supernovas.

Y eso es interesante ya que nos permite estudiar por qué las propiedades de estas regiones de formación estelar, estas galaxias con líneas de emisión, parece que no están cambiando, desde el universo cercano hasta distancias muy grandes, aparentemente las propiedades son uniformes y eso en sí es un resultado interesante, con lo cual hoy en día estamos trabajando, en una colaboración que incluye estudiantes nuestros en Mexico, y ya graduados.

Sobre el "James Webb", Roberto Terlevich resume, "es increíble, está fuera de mi alcance y comprensión cómo pueden ser tan buenos en la fabricación, planeamiento, coordinación, administración de toda esa complejidad".

Los Terlevich y los estudiantes de doctorado y posdoctorado

De la Argentina vale mencionar a Guillermo Bosch "Guille" y a Guillermo "Guillito", apodos que sus Directores le dieron para no confundirlos. También han dirigido a estudiantes de Brasil, de otras partes de Latinoamérica, muchos de México, de Inglaterra, de España y de Australia.

"Consideramos una de las partes más importantes la de formación del estudiante, así nos educaron y esa es la forma que nos sentimos cómodos trabajando. Tenemos muchos amigos colaboradores, seguimos teniendo estudiantes lo cual nos tiene muy activos".

Roberto recuerda una charla con Fred Hoyle, un científico y divulgador muy importante, "uno de los casos al que le negaron el premio Nobel por tener ideas peculiares, pero fue la persona que descubrió el origen de los elementos los que se generan dentro de las estrellas. Le pregunté cómo era ser jubilado y me decía que lo peor era no tener acceso a estudiantes, a la gente joven. Por eso, nosotros seguimos en contacto y lo vamos a seguir haciendo, supongo hasta que nos muramos. Y luego, ¡seguirán apareciendo trabajos!", ríen ambos.

Resultado no astronómico

 ...y todo ardió en azul, todo fue estrella:
el mar, la nave, el día se desterraron juntos.
Ven a ver los cerezos del agua constelada
y la clave redonda del rápido universo...Pablo Neruda. Soneto XXIV.

 Es inevitable consultarles sobre la clave para una vida de pareja y una misma vocación y profesión durante décadas...y no morir en el intento.

"El sentido del humor -destaca Elena con una sonrisa-, diría que es muy importante mantenerlo. Cuando éramos estudiantes y preparábamos juntos las materias nos peleábamos horrores y por eso también decidimos trabajar en cosas diferentes". "Pero después de la pelea viene la reconciliación", dice Roberto divertido.

El juego sigue y la charla finaliza con la consigna del humor y la reconciliación, la pasión por lo que hacen estos dos científicos argentinos que han sido designados como "Honoris Causa" de la UNLP.

 

 

 

 


 

Actualizado el 03/04/2023