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Fallecimiento del Dr. en Astronomía Alejandro Feinstein

Se trata de dos fotos del Dr. Alejandro Feinstein durante un homenaje en el salón de Actos de la FCAG.

Cred. imagen: Guillermo E. Sierra.

El Decano de la Facultad de Cs. Astronómicas y Geofísicas de la UNLP, Lic. Raúl Aníbal Perdomo, junto a su equipo de gestión,  señaló en un mensaje a toda la comunidad de FCAG, "en el día de ayer falleció el Profesor Emérito de esta Facultad, Dr. Alejandro Feinstein. Alejandro trabajó en Astrofísica toda su vida profesional, y aún después de jubilarse. La Astronomía era su pasión.

Fue discípulo de los grandes maestros de Astrofísica que tuvo la Facultad, hasta que él mismo se constituyó en uno de ellos. Baste dar una mirada a sus publicaciones para advertir su influencia en un grupo de Astrónomos notables que pasaron por la Facultad, muchos de los cuales aún permanecen con nosotros.

Tuvo a su cargo durante décadas la asignatura más numerosa de la Facultad, Astronomía General.
Impulsó la astronomía observacional en todas sus formas, especialmente la fotometría, lo que le permitió realizar trabajos notables en regiones poco exploradas del cielo austral.

Quienes han tenido la fortuna de acompañarlo en un telescopio para el trabajo nocturno relatan que el cielo estrellado producía en él una fascinación y un entusiasmo especial que lo acompañaron siempre.

Fue creador del Programa de Fotometría y Estructura Galáctica (PROFOEG) del CONICET, que fue uno de los pilares en los que se asentó el actual Instituto de Astrofísica de La Plata (IALP) del cual que fue su primer Director.

Fue declarado Profesor Emérito de la Facultad, distinción máxima a la que puede aspirar un docente de nuestra Universidad. También alcanzó el máximo escalón como Investigador Superior en la Carrera del Investigador del CONICET, donde fue designado Investigador Emérito luego de su jubilación.

Acompañamos a su esposa, sus hijos y nietos, y muy especialmente a nuestros compañeros Carlos y Marcela en este triste momento".

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El Dr. Alejandro Feinstein, destacado Profesor e Investigador fue Director fundador del Instituto de Astrofísica La Plata (IALP). El 27 de noviembre de 2012 fue la ceremonia de inauguración del edificio del Instituto de Astrofísica de La Plata en la cual se lo denominó "Edificio Dr. Alejandro Feinstein".

En el año 2013, el CONICET lo distinguió como Investigador Emérito en el área de las Ciencias Exactas y Naturales. Se trata de una distinción honorífica que reconoce la labor de aquellos investigadores que han ejercido funciones de conducción en el gobierno y la administración del CONICET y colaborado, y todavía lo hacen, en distintas instancias de asesoramiento científico del sistema científico-tecnológico argentino. Por la dedicación y responsabilidad, puesta de manifiesto durante el largo transitar como investigador, educador y formador de discípulos.

El actual Grupo de Astrofísica de Cúmulos Abiertos (FCAG) es el emergente de la línea de trabajo iniciada en los años de 1970 por el Dr. Alejandro Feinstein en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas. El trabajo básico de este grupo se realiza en base a observaciones fotométricas de Cúmulos Abiertos de nuestra y otras galaxias (eventualmente) tanto en la región del visible como en la correspondiente a la región del infrarrojo. Usualmente, un número de colaboradores locales e internacionales aportan sus conocimientos y técnicas para ensanchar el horizonte de investigación.

La imagen corresponde a las dos placas que FCAG le otorgó al Dr. Alejandro Feinstein por ser Prof. Emérito y por su cumpleaños Nº 80.

Cred. imagen: Guillermo E. Sierra

En el 123º Aniversario del Observatorio Astronómico, en noviembre de 2003, fueron homenajeados como Profesores Eméritos Simón Gershanik, Alejandro Feinstein, Virpi Niemela y Héctor Vucetich. En esa oportunidad, el Dr. Hugo Marraco, discípulo, colega y amigo del Dr. Feinstein decía lo siguiente:

Palabras del Dr. Hugo Marraco

Tengo que hablar de Alejandro, hablaré sobre lo que conozco de él siendo discípulo. A mí me ha costado mucho decirle Alejandro, para mí siempre fue el Dr. Feinstein y él me tuvo que decir varias veces que lo tuteara. Ingresó al Observatorio en 1947, ya en 1958 tenía trabajos publicados y, aunque ustedes no lo crean, los primeros trabajos del Dr. Feinstein son sobre espectroscopía.
A fines de la década del `50 y principios del `60, se relacionó con la gente que estaba haciendo fotometría; por los años 1961 y 1962 se pasó una temporada donde se estaba haciendo fotometría de avanzada cuando aún era una tecnología que estaba llegando a la primera madurez.

Alejandro Feinstein trabajó en el Observatorio de Lick junto a Gerald Kron para ver cómo se trabajaba en fotometría; de regreso aquí, en 1963, se construyó un fotómetro fotoeléctrico en la Argentina; fue el primero de Sudamérica, una avanzada para la tecnología que se usaba en ese momento en la astronomía. Esto se hizo con ayuda económica de la National Science Foundation; el Dr. Feinstein colaboraba con el Dr. Carlos Jaschek, Alejandro era el fotometrista. Cuando yo llegué muchos años después a este Observatorio, la fotometría estaba establecida y funcionando.

Feinstein no solamente hizo eso, también fue una de las primeras personas que fue a observar al Observatorio Interamericano de Cerro Tololo, en Chile; lo hizo por poco a lomo de mula, aún no estaba la cúpula de 4 metros sino que se estaban haciendo las primeras cúpulas, se dormía en tiendas, había un telescopio y un fotómetro y Alejandro ¡ya lo estaba usando!

Pero yo quiero hablar de él como la persona que interactuó conmigo y otros colegas. Yo lo conocí en 1969 y enseguida me abandonó por una Beca Guggenheim, y se fue por un año a Tucson, Arizona, a trabajar con Harold Johnson, que era poco menos que el mentor del sistema UVV y el mentor de la continuación en el infrarrojo cercano y en el no tan cercano. Distintos graduados como Hugo Levato, Juan Carlos Forte, Juan Carlos Muzzio y yo fuimos allí y vivimos una situación muy cómoda porque antes había estado el Dr. Feinstein y nos trataron muy bien. No es cierto que yo fui su primer discípulo, hubo otros que trabajaron también al comienzo con él. Yo hablaré sobre cómo lo conocí; yo era aficionado a la astronomía, iba a la Asociación de Amigos de la Astronomía en Buenos Aires y observaba más que nada, estrellas variables. Roberto Terlevich era en ese entonces estudiante de esta Facultad y en un fin de año en 1966 nos trajo a Muzzio y a mí para conocer el Observatorio y nos presentó al Dr. Feinstein.

Así conocí a una persona que hacía fotometría, que tenia un fotómetro y que además hacía fotometría de estrellas variables de largo periodo. Fue algo espectacular porque yo era fanático de ese tipo de estrellas. Al año siguiente cuando hice el curso de ingreso, él era el director del curso, luego estaba en la cátedra de Astronomía General. Éramos unos 25 alumnos. La relación entre alumnos y profesores en esta Casa, siempre ha sido muy estrecha pero en ese entonces lo era más porque éramos muchos menos. Íbamos a las oficinas de los profesores a ver qué es lo que los profesores querían que hiciéramos en ratos libres.

El Dr. Feinstein me dio la oportunidad de trabajar con él y ahora pasa lo mismo. ¿Qué les cuento de la fotometría? En aquel momento los fotómetros no eran los de ahora, las fotocélulas no eran lo mismo, no había CCD ni nada parecido; había una fotocélula que estaba detrás de un tubo largo enfriada con frío seco que compraban y se machacaba todas las noches. La relojería era de las que hay que darle cuerda. etc. Los que observábamos aprendíamos todas esas cosas de él, éramos como una cofradía los que hacían espectroscopía y los que hacíamos fotometría. Ellos aprovechaban la luna llena y nosotros la luna nueva.

La primera persona que trabajó con el Dr. Feinstein fue Héctor López que se fue antes que llegáramos nosotros: Juan Carlos Muzzio e Igor Mirabel durante una beca de verano; esto, para no arrogarme el honor de ser el primer discípulo, pero sí uno de los primeros. ¿Qué hacía el Observatorio? Se luchaba por el presupuesto y por unos pocos cargos que se conseguían. Ingresé a una beca del CONICET, mi director fue el Dr. Alejandro Feinstein que también luego me consiguió un cargo de ayudante diplomado con dedicación exclusiva; yo sólo venía cada semana y preguntaba ¿qué hacemos la semana que viene, qué vamos a observar, por qué? Ustedes no se imaginan lo que era la fotometría en la década del `60, en el hemisferio sur no había habido ningún fotómetro antes, estaba todo por explorar, todos los cúmulos galácticos del hemisferio sur había que observarlos, todas las estrellas variables del hemisferio sur también había que observarlas.

En 1966, cuando estábamos en primer año, hubo un eclipse total de Sol que se iba a ver en Corrientes, las fotocélulas fueron allí. Había que lidiar con el fotómetro, si se rompía a las 11 de la noche el Dr. Feinstein nos decía que no nos hiciéramos problema porque llamaba a González Ferro que vivía cerca y era uno de los tres electrónicos del Observatorio junto al Ing. Pinciroli y a Marabini.

¿Qué hizo el Dr. Feinstein conmigo? Me apoyó en todo lo que yo necesitaba. Nos daba un permiso para que los alumnos pudiéramos ir al CESPI a aprender computación; él también programaba. Había otras cosas que hacían falta, las computadoras, las primeras computadoras compradas en el Observatorio las compró la oficina del Dr. Feinstein, igual que la primera computadora personal. Cuando a mediados de la década del ´70 cuando la fotometría en el Observatorio era cada vez más difícil, a mí se me ocurrió seguir con la polirametría pero una cosa es poner una serie de filtros en el fotómetro cortados a 30º en todas las direcciones, pasarlos por la tira de filtros y mirar que Eta Carina tiene una polarización del 5% y otra cosa es mirar polarizaciones chiquitas del 1% o menos. Para eso hace falta un polarímetro bien hecho; entonces tímidamente le preguntamos al Dr. Feinstein si podíamos modificar "su" fotómetro. Él estaba a cargo del fotómetro y firmaba el pedido de cambiar el fotómetro y que se sacara el espectrógrafo, había que pedirlo al taller mecánico. Ese es el sentido que tiene la palabra "su". Y lo primero que nos respondió es que sí lo hiciéramos, no lo dudó, el puntapié inicial para que pudiera hacer polarimetría lo dio el Dr. Feinstein al convertir el fotómetro en fotopolarímetro. Eso lo pinta a él, de la manera en que nos apoyaba en todo lo que queríamos.

En esta carpeta tengo algo que el Dr. Feinstein hacía todos los principios de año en el curso de Astronomía General: un cuestionario sobre conocimientos de astronomía en general y sobre otros temas como geografía, respuestas que al haber hecho una escuela secundaria uno las podía resolver bien, él las guardaba y casi 38 años después me dijo: antes de tirarlos ¿querés verlos? Y tengo acá el mío, ¡el de un Director de un Complejo y el de un Director de un Instituto de Radioastronomía! Muchos años después, cuando ya le decía Alejandro, analizamos con él lo siguiente: si cuando se llega a la Universidad uno tiene una idea y vocación de lo que quiere y puede responder bien este cuestionario entonces se sigue y se termina la carrera; cuando uno no lo responde bien, la posibilidad de que termine la carrera es baja. Alejandro, yo siempre te agradezco todo lo que hiciste por mí y por nosotros y en este momento te entrego esto (una placa), gracias a la oportunidad que me da el Decano y en nombre del Observatorio".

Luego de un extenso aplauso, el Dr. Alejandro Feinstein agradeció mucho las palabras del Dr. Hugo Marraco.

Palabras del Dr. Alejandro Feinstein

"La verdad es que no me dejaste mucho por decir, prácticamente contaste mi historia; yo podría agregar algunos detalles interesantes sobre el Observatorio y esto va en principio relacionado con la geofísica. Mi primer contacto con el Observatorio fue en el año 1947 cuando se había organizado un curso de sismología para alumnos secundarios que se dictó en los meses de verano y fue realmente muy interesante. No sé quién lo organizó, yo no seguí geofísica pero era una forma de entrar al Observatorio. Empecé a trabajar en el Observatorio por el año 1948 en el Departamento de Astrometría, en ese época el Observatorio estaba estrictamente dividido en Departamentos; trabajé muchos años con el Dr. Itzigsohn, cuyo trabajo más importante era la observación de asteroides. En esa época se conocían muy pocos, alrededor de 1500 y había un programa para observarlos todas las noches con placas fotográficas; para eso se utilizaba un anteojo astrográfico, luego se las leía en una cierta máquina, se leían las coordenadas de estrellas del asteroide y luego todo el sistema se reducía. Todo eso llevaba mucho tiempo, tanto la obtención de la fotografía, la lectura, la reducción y los cálculos. Normalmente se obtenían muchos asteroides por noche, por lo tanto siempre estábamos atrasados en todo ese proceso. No teníamos computadoras, ni CCD, ni Internet, o teléfonos celulares, los teléfonos apenas funcionaban y dependíamos del correo. Todo era excesivamente lento.

Ese programa se siguió varios años, yo proseguí en el Departamento hasta 1954 aproximadamente, también se observaban ocultaciones de estrellas por la Luna. Ese era un programa muy viejo del Observatorio de por lo menos 20 años antes y una forma de estudiar el movimiento de la Luna ya que ésta no tiene atmósfera, entonces las ocultaciones o las reapariciones eran instantáneas. Es decir, uno miraba la estrella, escuchaba el reloj y cuando la estrella desaparecía uno estimaba la fracción del décimo de segundo; se hacía con el Telescopio Ecuatorial o el "buscador de cometas".

En algún momento dado se encontró que cada observador tenía un tiempo de reacción distinta, ver algo y a la vez escucharlo daba una falta de coincidencia. En alguna oportunidad observamos también un pasaje de Mercurio por el Sol, algo muy interesante, y algún eclipse de Sol. Recuerdo que en los eclipses de Luna nos llamó mucho la atención que no eran iguales, algunos eran muy oscuros, otros claros, había toda una diferencia bien notable, eso después lo aplicamos de otra manera.

En esa época había una intensa actividad nocturna en el Observatorio; en el "Meridiano" se observaba permanentemente, había dos personas, uno que observaba con el anteojo y otro que leía con el círculo graduado; se observaba en el Telescopio Reflector, se sacaban espectros. El Astrográfico se usaba siempre para observar asteroides y fotografías de estrellas variables. Lo que llamaba la atención en esa época es que nosotros decidíamos la calidad del cielo mirando las Nubes de Magallanes, según la calidad de esas "manchas" podíamos decidir si el cielo era bueno o no. En este momento apenas se pueden ver unas pocas estrellas, ni hablar de ver las Nubes.

Por el año 1955 me pasé a trabajar en astrofísica y sacar espectros que Hugo ya habló, ese trabajo estaba dividido entre los que sacábamos espectros para clasificación estelar y otros que los sacaban para velocidad radial; este trabajo se continuó muchos años hasta que, como dijo Hugo, se compró el fotómetro, entonces el trabajo se repartió entre fotometría y espectroscopia. Cuando se instaló el fotómetro, además de observar estrellas, se hicieron trabajos durante los eclipses de Luna, y se encontró ese fenómeno de que los eclipses presentaban distintas tonalidades; eran muy irregulares y eso está vinculado con erupciones volcánicas en la Tierra antes de los eclipses de Luna. Fue un trabajo que no le interesó a nadie, salvo a un astrónomo checo y sin embargo es un fenómeno muy interesante que está directamente relacionado con lo que sucede en la alta atmósfera terrestre; según la cantidad de polvo allí, es la calidad de los eclipses. Eso me llevó a pensar que hay una moda en el tipo de trabajos; algunos son muy interesantes pero no están de moda y otros trabajos que parecen muy simples se ponen de moda y a todo el mundo le interesa. Por ejemplo, nosotros observábamos cúmulos estelares y encontramos que algunos eran viejos y otros jóvenes; uno de estos jóvenes fue un cúmulo observado en la nebulosa de Carina, de unos pocos millones de años. Ese trabajo que publicamos y que parecía uno de tantos tuvo un interés especial y se ha convertido en uno de los más citados en la astronomía argentina.

Luego se continuó con un fotómetro infrarrojo, observamos también estrellas muy particulares todas referidas a las mediciones en el infrarrojo; luego por la década del `70 el cielo de La Plata fue empeorando y entonces yo viajaba frecuentemente a Cerro Tololo y a La Silla, ambos observatorios ubicados en Chile, obteníamos gran cantidad de información, especialmente entre los meses de marzo y de abril donde había casi 20 noches despejadas o más. Me olvidé de mencionar cómo hacíamos los cálculos. Se usaban máquinas de cálculo mecánicas de marca "Millonaria" y fabricación suiza, tenían varias ventajas, por ejemplo, que no se descomponían nunca, no recuerdo que hayan ido a taller. Por otro lado tenían ciertos problemas, eran mecánicas, uno tenía que marcar unos números por un lado y con el otro dar vueltas una manivela, ¡lo que era muy bueno para adquirir músculos!

Y como dijo Hugo, era equivalente a manejar un tranvía, nos reíamos porque decíamos: hoy nos toca manejar el tranvía. Había también unas máquinas pequeñas también con unas manivelas. Recuerdo cuando la Universidad compró la primera computadora, la "1620", por la década del ´60. Era con tarjetas perforadas, el programa lo llevábamos al CESPI donde lo pasaban, luego volvíamos con lo errores y los corregíamos, íbamos y veníamos. Así vivimos muchos años y luego era con cintas. Hasta llegar a la "Comodore 64". Fue un progreso extraordinario y también con algunas calculadoras de mano, fueron avances muy importantes. Podría contarles algunas anécdotas que siempre me han quedado grabadas.

Cuando yo entré el Director era un capitán de fragata, Guillermo Wallbrecher, que desde el año 1947 se hizo cargo del Observatorio en una de las tantas intervenciones de la Universidad. Durante ese lapso se produjo una situación muy curiosa que a mí siempre me quedó grabada.
En el año 1952 hubo un cambio de autoridades en la UNLP, el Ing. Pascali fue designado Presidente de la Universidad y vino a la asunción de un Director aquí; una persona se dirigió en mal modo al Presidente, terminó mal ese acto y al mes y medio el Observatorio repentinamente pasó a pertenecer ya no a la Universidad sino a un Ministerio "fantasma" que existía en la Nación y se llamaba Ministerio de Asuntos Técnicos.

En realidad el Observatorio de Córdoba perteneció siempre al Ministerio de Educación de la Nación y unos meses antes de lo nuestro, también pasó e ese Ministerio de Asuntos Técnicos. Luego el capitán Wallbrecher volvió al Observatorio y volvimos a lo de antes, pasando nuevamente a la Universidad. En 1974 también tuvimos una situación extraña cuando la Universidad fue intervenida y toda la UNLP permaneció cerrada unos dos meses.

En el Observatorio solo se permitían las observaciones meteorológicas y el funcionamiento del sismógrafo; la complicación para nosotros fue que habíamos invitado a un profesor francés que terminó dándonos clases en nuestras casas, también visitó otros observatorios. Las observaciones cuando no se pudieron continuar aquí pasaron al Observatorio de "El Leoncito" y yo seguí viajando también a Chile. Todo esto es historia moderna que todos más o menos conocen. Para terminar esta pequeña charla quisiera hacer hincapié en que la astronomía es una ciencia natural y toda la información que pueda obtenerse de los astros sólo se puede obtener a través de observaciones o de mediciones.

Uno puede inventar preciosas teorías sobre las estrellas, los cúmulos, el universo, pero si no tienen una confirmación desde las observaciones, pueden desaparecer inmediatamente. Hay muchos ejemplos de teorías que murieron estrepitosamente el día que las observaciones no las pudieron confirmar. Quiero agradecerles a todos, nada más".

http://fcaglp.fcaglp.unlp.edu.ar/pipermail/listadenoticias/2006-December/000218.html

Imágenes en: http://www.fcaglp.unlp.edu.ar/~extension/193/acto/
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La imagen muestra a la izq. al Dr. Ruben Vázquez, en el centro al Dr. Alejandro Feinstein y a la der., al Dr. Hugo Marraco, en el parque de FCAG.

Cred. imagen: IALP

Homenaje al Dr. Alejandro Feinstein por sus 80 años

En el aniversario Nº 126 del Observatorio Astronómico de la UNLP, hubo un homenaje a integrantes de FCAG. Ese año, el Dr. Alejandro Feinstein había cumplido 80 años, el 30 de mayo de 2009. Llevaba más de 62 años realizando actividades de investigación y docencia en el Observatorio Astronómico de La Plata.

El Dr. Rubén A. Vázquez se refiere al Dr. Feinstein

"Aquí estamos una vez más...

Sr. Presidente de la Universidad, Sr. Vicepresidente de la Universidad, Sr. Decano de esta Facultad, otras autoridades de esta Facultad,Profesores que son homenajeados, colegas, alumnos, familiares, amigos...

...Antes que cualquiera otra cosa, quiero felicitar a las autoridades de esta Facultad por continuar con esta serie de homenajes y reconocimientos a aquellos que han hecho valiosos aportes a nuestra institución, colocándola en una alta consideración en el mundo de la investigación científica.

Ciertamente, nuestro presente tiene su base de sustentación en personas que en el pasado realizaron acciones, tomaron riesgos y mostraron una inmensa vocación de servicio.

Con beneficio de inventario por ser injusto en la enumeración, se me cruzan por la cabeza en este momento nombres como Hartmann, Dawson, Wilkens, Aguilar, Graton, Platzeck, Jaschek. Tenemos la suerte de contar
con el Dr. Sahade y el Ing. Gerschanik. 
Causa placer saber que estas gentes formaron (y otros forman aún) parte de esta institución.

...Y hoy homenajeamos a algunos herederos de esas generaciones. Quiera la suerte y nuestro empeño que podamos dejar, nosotros, los que seguimos, algo que se incorpore a la base del futuro de esta institución.
Bien...

La mayoría de ustedes sabe bien que, como es costumbre en él, su primera actitud cuando se le dijo que iba a ser homenajeado, fue la de preguntarse, casi fastidiado, qué necesidad hay de hacer este homenaje.

Cuando se me pidió que dijera unas palabras por Alejandro yo mismo me hice esa pregunta. Y decidí entonces buscar las pruebas, las razones en fin, para ello.

Así que.., repasemos brevemente la cosa. Porque a él no le gusta que nos extendamos demasiado en este tipo de asuntos.

Alejandro se graduó como Astrónomo en 1956. Obtuvo su doctorado en Astronomía en 1960. Pero antes, ya en 1948, lo encontramos desempeñándose como ayudante de cátedra y calculista. Esa actividad docente continuó ininterrumpidamente hasta 1998 donde deja la docencia con el cargo de Profesor Titular.

Previamente, en septiembre de 1995, fue designado Profesor Emérito. Ingresa al CONICET en 1961 apenas creado- y egresa de esa institución en el 2004 con el cargo máximo de investigador científico.

Fue uno de los mentores del Programa de Fotometría y Estructura Galáctica, PROFOEG, que se creó en 1982 y al que dirigió por 17 años hasta 1999.

Quiero recordar que el PROFOEG deriva luego en al actual Instituto de Astrofísica de La Plata, al que también dirigió entre 1999 y 2001. Dejó la dirección del Instituto de Astrofísica de La Plata hastiado ya del papelerío que una jefatura de este tipo implica.

Entre los años 60 y 70 fue becario externo del CONICET en el Observatorio Lick y obtuvo, además, la beca Guggenheim. Fue delegado oficial de este Observatorio a varias asambleas de Unión Astronómica Internacional a partir de 1961.

Fue editor del Boletín de la Asociación Argentina de Astronomía. Realizó cursos de capacitación en el exterior, en Grecia y en Tucson; y también en el país.

Fue organizador de varias reuniones científicas de la especialidad aquí en La Plata y de otras en el exterior, patrocinadas también por la Unión Astronómica Internacional.

Fue miembro de Comisiones de la Unión Astronómica Internacional. Fue Presidente de la Comisión 37, Cúmulos estelares y Asociaciones, de la Unión Astronómica Internacional, entre 1994 y 1997.

Fue asesor en el extranjero para la instalación de instrumentos astronómicos. Fue jurado de incontables tesis de doctorado tanto en ésta como en otras instituciones.

Fue director de 8 tesis de doctorado. Tiene una en ejecución actualmente. Dirigió una cantidad apreciable de seminarios. Dirigió Pasantías.

Dictó 23 conferencias. Dictó incontables (y créanme, incontables) cursos de Astronomía en general y también de su especialidad, tanto en el país como en el exterior.

En 1964 comienza su saga más importante en la investigación científica con el estudio de la región de Eta Carina que lo lleva a publicar uno de los trabajos de investigación realizado en nuestro país con el mayor número de citas. El último capítulo, hasta ahora, de esta saga tuvo lugar en el año 2003 cuando publicamos (...y perdón por citarme en el discurso)
observaciones infrarrojas y visibles en esta zona.

Publicó 116 trabajos de investigación.
Fue Profesor de: Astronomía General. Estructura Galáctica. Astrofísica I. Astrofísica III.

...Y en sus ratos libres hizo una de las cosas más difíciles de hacer por parte de los investigadores: escribió cinco libros. Uno de ellos es un libro online.

Recibió el Premio de la Provincia de Buenos Aires a la investigación científica en 1990.

Ha sido premiado en 1995 por la sociedad Científica Argentina.
Recibió el premio Ricardo Platzeck en 1996.
Recibió el premio Bernardo Houssay en el 2003.

A ver..., hagamos un balance provisorio. Y lo de provisorio lo digo porque de ninguna manera Alejandro se ha retirado de la investigación. Antes bien, estamos realizando trabajos de investigación conjunta y dirigiendo investigadores; ésto después de haber publicados los últimos papers entre el 2003 y 2004.

La de Alejandro es una carrera que exhibe, hasta ahora:
50 años de docencia ininterrumpida.
45 años de investigación científica ininterrumpida, también.

Prestemos atención a otros aspectos de Alejandro. Y creo que algunos de sus discípulos aquí presentes coincidirán con mi apreciación. Yo rescato los siguientes aspectos a destacar de su rol como investigador y
líder de grupo:

1.- No se creyó nunca el mejor del mundo.
2.- Buscó siempre gente con aptitud de investigador para integrar a sus
filas. Quiero decir que privilegió, más que nada, el interés y la vocación
de los graduados que se acercaban a él.
3.- Escuchó a sus dirigidos.
4.- No recuerdo que haya impuesto sus opiniones sino antes bien las
sometió a discusión.
5.- Alentó hasta un nivel increíble la independencia de sus discípulos.

Y esto último para mí es muy importante de aclarar: evidentemente, cuando abría las puertas de sus planes de investigación para recibir investigadores jóvenes lo hacía no para perpetuarse como factotum o alma mater de una idea sino para permitir, además, que cada uno, según las cualidades e inquietudes que tuviera o mostrare, pudiera crecer como investigador.

Ha sido muy inteligente en este sentido -¿para qué negarlo?- entendió lo más simple: que cuanto más crecen los discípulos más crece el líder.
Veamos ahora a Alejandro como escritor de literatura científica.

Dije ya que escribió cinco libros.

Uno de ellos es un clásico que no sorprende encontrarlo en varios hogares de este país (Incluso he visto uno en Chile). Y es uno de esos libros que cumplió funciones para la escuela secundaria pero que también sigue siendo consultado por los alumnos de Astronomía General toda vez que tiene un enfoque práctico y directo de varios tópicos esenciales de la Astrofísica.

Los otros libros han tenido suerte variada. Excepto el libro online que lleva un registro de varios miles de entradas.

Al mencionar los libros de Alejandro quiero rescatar enfáticamente la vocación docente. Sobrevolando rápidamente los últimos cuarenta años, no tengo registro de libros realizados por ningún investigador de esta casa.

Si me equivoco y resulta que hay un par de libros escritos por otros investigadores, (como resulta ser, de acuerdo con el reciente discurso de la Dra. Sabbione) lo que digo a continuación vale lo mismo: Somos una institución con escasa vocación docente. Y Alejandro ha sido, en este sentido, una clara excepción que hace más meritoria su actividad docente.

Y todavía él pregunta por qué debe ser homenajeado?

Voy a repetir algo que dije la última vez que estuvimos reunidos en este salón y cuando Alejandro formaba parte, también, de una serie de reconocimientos: en aquél momento preguntaba yo si toda esta carrera había estado siempre jalonada por éxitos.

La respuesta es NO. Hubieron cosas desalentadoras. Recuerdo, a modo de ejemplo, un fotómetro infrarrojo que nunca pudo ser instalado.

Pero lo que en realidad quiero rescatar de esta mención a hechos desalentadores que ocurrieron a lo largo de su carrera, es que ninguno de ellos melló su ánimo ni envileció su optimismo. Siempre supo tener un nuevo proyecto, una nueva estrategia, una nueva inquietud para seguir adelante.

Por todo esto, Alejandro, es que usted está hoy aquí. Y por todo esto, estamos hoy aquí nosotros. Tal vez yo más que nadie.

Ahora debo entregarle una plaqueta con la cual el Observatorio de La Plata desea reconocerle la trayectoria. Pero no puedo evitar hacer un comentario volviendo al principio:

La próxima vez que le digan que lo van a homenajear, no pregunte por qué. Sonríase y vaya a casa a preparar el traje. Usted ya sabe por qué. Un afectuoso saludo".

(http://www.fcaglp.unlp.edu.ar/uploads/docs/boletin_285.pdf )

Más imágenes en: http://fcaglp.fcaglp.unlp.edu.ar/~extension/285/

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Entrevista al Dr. Alejandro Feinstein: Habitar el espacio

Es doctor en astronomía y hace pocos días el CONICET lo designó Investigador Emérito; dialogar con él permite recrear la intensa actividad de observación que tuvo este Observatorio en décadas pasadas. Muchos de los instrumentos que existen en el predio fueron utilizados por el Dr. Alejandro Feinstein para observar asteroides, para determinar el brillo de las estrellas. La docencia, la investigación y dirección de investigadores, así como la escritura de libros, trazan la trayectoria de uno de los primeros astrónomos egresados en la UNLP.

Entrevista en: http://fcaglp.fcaglp.unlp.edu.ar/extension/boletin/339/boletin339.pdf

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Alejandro Feinstein y el IALP

El 15 de octubre de 1982 el CONICET creó el Programa de Fotometría y Estructura Galáctica (PROFOEG) a solicitud de los Doctores Alejandro Feinstein y Juan Carlos Muzzio, con el auspicio del Ing. Pastor Sierra, Director del Observatorio Astronómico de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y que luego pasara a ser la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas (FCAG) de la UNLP.

Posteriormente, el CONICET disolvió todos sus programas, el 17 de diciembre de 1987, pero el PROFOEG y otros programas con sede en la UNLP fueron recreados el 2 de octubre de 1990. Más recientemente, el 27 de junio de 1996, el CONICET creó el PROBIBEGA bajo la dirección del Dr. Jorge Sahade.
Finalmente, el 10 de junio de 1999, mediante la Resolución de Directorio Nº 1302, el CONICET creó el Instituto de Astrofísica de La Plata (IALP), mediante la fusión de ambos programas, PROFOEG y PROBIBEGA. Durante un breve lapso, de unos dos meses, la dirección del IALP fue compartida por los Dres. Feinstein y Sahade. Luego, quedó el Dr. Feinstein como Director hasta el 9 de enero de 2001.
Actualmente, el IALP es un instituto mixto, que depende del CONICET y de la UNLP, el cual está erigido en el predio de la FCAG de la UNLP.

El Dr. Feinstein decía, "es necesario continuar con las observaciones astronómicas, la teoría sirve en parte para explicar los resultados de esas observaciones pero los grandes descubrimientos en astronomía son a través de la observación; creo que en los próximos años va a haber grandes cambios con los nuevos telescopios de grandes diámetros y los resultados que se van a obtener, seguramente van a cambiar nuestra idea de las astronomía".


 

Actualizado el 12/01/2022