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Josefina Blázquez: el calentamiento global es responsabilidad de la acción humana

La quema de los humedales de las islas frente a Rosario-Victoria, sequías abruptas, olas de calor cada vez más fuertes y lluvias que provocan inundaciones: si seguimos así, para fin de siglo la temperatura de la Tierra va a aumentar entre 2 y 6ºC. ¿Qué está pasando? ¿Cómo está afectando el aumento de la temperatura en el planeta? Josefina Blázquez es Dra. en Ciencias de la Atmósfera, profesora de la de FCAG e Investigadora Adjunta del CONICET especializada en cambio climático y cuenta cómo son los estudios que pueden hacer proyecciones hasta fin de siglo.

Desde hace varios años estamos sintiendo las consecuencias del aumento de la temperatura del planeta. ¿A qué se debe? Josefina Blázquez sostiene que son las consecuencias del efecto invernadero, de los efectos de las emisiones que realizamos los humanos hacia la atmósfera del planeta Tierra. ¨Hace algunos años había algunas dudas, ahora ya es inequívoco: somos los responsables del calentamiento global¨, dice.

Que varíe la temperatura del planeta genera consecuencias en otras variables del sistema climático: "Los eventos extremos están aumentando. Aumenta la intensidad y/o frecuencia de las sequías, las olas de calor, la lluvia extrema, se derriten los hielos de los polos, cambian los vientos y/o aumenta la temperatura del mar".

"Las investigaciones a nivel global se basan en proyectar qué va a pasar en el futuro en las distintas regiones del mundo. Si las emisiones de gases de efecto invernadero continúan con la misma intensidad, para fin de siglo la temperatura de la Tierra podría aumentar alrededor de 6 grados en promedio. Los humanos estamos destruyendo el planeta con una tendencia cada vez mayor", agregó.

En la Tierra siempre hubo procesos de cambio climático. Es un proceso cíclico: sucede cada miles de años. Hubo momentos en los que la temperatura estuvo más alta o más baja, dependiendo de los períodos glaciales, pero eso ocurrió por cambios externos: cambios en la energía del Sol o cambios en el eje de la Tierra, en la traslación. Pero esos fenómenos ocurren a través de miles o millones de años; no lo llegamos a percibir. ¨Lo que nos está pasando ahora y que coincide con la Revolución Industrial, a partir de 1880 cuando los países empezaron a contaminar, es que los cambios de temperatura los estamos percibiendo, porque son abruptos y suceden en períodos cortos de tiempo¨, dice Blázquez.

El problema es la duración de los gases en la atmósfera: "si hoy dejamos de emitir gases, la temperatura igual va a aumentar durante unos años porque ya emitimos en el pasado. Hoy en día estamos viviendo las consecuencias de vivir en un grado por encima de la temperatura que tenía el planeta antes del período industrial. En algunos lugares aumentó más, en otros menos".

Blázquez asegura: "Los seres humanos nos vamos a tener que adaptar al cambio en el clima. Estamos viviendo olas de calor más intensas y, por lo tanto, es posible que haya más mortalidad vinculada a esos eventos, así como otras ligadas a las inundaciones o más sequías. Quizás lo que nosotros percibimos como un grado no es nada, pero sí lo es; cambia todo el funcionamiento de la atmósfera y eso lleva a cambios en otras variables. También podemos percibir el derretimiento de los hielos; por ahí uno no lo percibe día a día, pero si se ve una imagen de Groenlandia de hace 30 años, ahora la vemos muchísimo menos extendida, por ejemplo".

¿Y qué hacemos?

Ya no podemos ir hacia un estado previo a la Revolución Industrial. Según Blázquez tenemos dos frentes de batalla: la mitigación y la adaptación. "Si vivo en la costa y quizá tenga inundaciones con más frecuencia y , tal vez tenga que mudarme a un lugar donde no lleguen las inundaciones. Me adapto al nuevo clima. También hay que tratar de emitir menos: ¿cómo hacemos? La actividad que más emite es la producción de energía a través de la quema de combustibles fósiles. Entonces por ejemplo, hay que tratar de pasarse a energías más limpias, como la energía solar, la energía eólica o utilizar biocombustibles y autos eléctricos".

El acuerdo de París

Los máximos emisores del mundo son China, Europa y Estados Unidos; los países industrializados. El Acuerdo de París se firmó el 12 de diciembre de 2015, en la COP21, cuando las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático se comprometieron a intensificar las acciones e inversiones para construir un "futuro sostenible con bajas emisiones de carbono".

Según Blázquez, se pusieron metas de emisión que delimitan cuánto y cómo pueden emitir: "Es una negociación entre países: los países subdesarrollados reclaman préstamos a los países desarrollados para poder modernizar la industria y pasarse a energías más limpias. Es algo complejo porque toca aspectos bastante sensibles de la economía de los países. En particular, a nivel regional o local, se pueden hacer pequeñas acciones: reciclar, reutilizar, apagar las luces cuando no las estoy usando, lavar la ropa con agua fría en lugar de caliente. Pequeñas cosas, algunos cambios de hábitos. Si bien la mayor contribución se hace a nivel de país, a través de políticas públicas nacionales, también a nivel municipal, regional e individual podemos contribuir con pequeñas acciones", dice Blázquez.

Cómo anticipar el desastre

Quienes estudian el cambio climático trabajan con modelos numéricos para generar simulaciones de una región en particular o en el mundo. ¿Para qué? Para tratar de plantear escenarios posibles con determinadas condiciones. ¿Cómo seguirá la temperatura del planeta si seguimos emitiendo de la misma manera que ahora? ¿Y si se incrementa?¿Y si generamos estrategias efectivas de mitigación de gases de efecto invernadero?

"Eso nos da una idea de cómo puede ser la proyección a fin de siglo o en las próximas décadas, para saber cuál va a ser la temperatura media global. Lo que se hace es utilizar distintos escenarios de emisión; distintos caminos de cómo se va a comportar la emisión de los gases de efecto invernadero durante este siglo. Si vamos a emitir mucho, si continuamos como estamos ahora. Si todo sigue igual, sin políticas de mitigación a nivel global, la temperatura podría aumentar 6 grados a fin de siglo", agrega Blázquez.

Todo depende de lo que hagamos: si tratamos de ir pasándonos a energías más limpias, quizás la temperatura aumente dos o tres grados, no seis. Pero eso depende de cómo se va a comportar el mundo frente a la emisión de gases.

¿Cómo se llega a esa conclusión?

"Lo que hacemos las científicas y científicos es tomar distintos escenarios de emisión, evaluamos las posibilidades y eso nos da diferentes climas posibles. Dependiendo de la cantidad de población, de cómo va a distribuirse, de la economía de los países, del uso del suelo. Se tienen en cuenta un montón de factores, pero el principal es la emisión. Dependiendo de la emisión de gases de efecto invernadero que se van a trasladar a la atmósfera, se puede saber cuál es el grado de calentamiento que va a tener el planeta o una región determinada", agrega Blázquez.

Blázquez hace proyecciones para determinadas regiones, para América Latina o para el país. Pese a que actualmente estamos atravesando grandes sequías, a nivel macro los estudios demuestran que las precipitaciones aumentaron en los últimos años y van a seguir aumentando en el noroeste de Argentina: "Por el contrario, en la zona cordillerana, lo que se está viendo es una disminución de la precipitación. Hay que poder diferenciar el cambio climático, que es la tendencia a largo plazo, de la variabilidad climática, que tiene que ver con la percepción de que un invierno no es igual al otro; las variaciones que tiene la atmósfera año a año, mes a mes o estación a estación", agrega Blázquez.

Todo es una cuestión de escala. Es cierto que este año nevó mucho en la cordillera. Pero es parte de la variabilidad que tiene el clima interanual. Si analizamos los procesos a largo plazo, a 30, 50 o 100 años, se pueden sacar conclusiones más robustas. "Cada año batimos el récord de temperatura media global. Que un marzo sea más cálido o un poco más frío que el marzo del año anterior, forma parte de la variabilidad climática. Pero lo que vamos viendo es que el gráfico se va poniendo cada vez más rojo. Eso es el cambio climático", agrega.

Por más que dejemos de emitir hoy a cero, los gases van a seguir existiendo, porque el dióxido de carbono dura aproximadamente 100 años en la atmósfera. "Ahora estamos viviendo con los gases emitidos hace años. Por eso, lo que tenemos que hacer es evitar que siga aumentando la emisión. En este momento, la temperatura de la Tierra es un grado más alta respecto al período preindustrial. Estamos viviendo grandes olas de calor, sequías y lluvias. Imaginémonos con seis grados más; seguramente se darán estos fenómenos de manera más intensa y/o más frecuente. Tenemos que tratar de no llegar a ese escenario, impulsando políticas de mitigación a nivel global. , pero no va a ser una cosa catastrófica. Yo creo que vamos a poder sobrevivir, los humanos siempre nos adaptamos; tratamos de encontrar nuevas formas. Va a llegar un momento en el que la Tierra va a decir basta. Tendríamos que evitar llegar a eso, ¿no?", concluye Blázquez.

 

 

Actualizado el 03/04/2023