Diego Pinciroli, técnico de la Facultad de Cs. Astronómicas y Geofísicas es parte de un proyecto colaborativo y solidario donde interactúan la UNLP y la Escuela de Aeromodelismo La Plata. Más de cien personas con distintas profesiones y trabajos participan activamente en el proyecto.

Las instituciones involucradas

Existe un convenio entre la Escuela de Aeromodelismo La Plata y la UNLP, en ese marco se ha gestado este proyecto que cuenta con el trabajo cotidiano de muchas personas. Participan docentes, estudiantes y la Comunidad de Impresión 3D.
Marcos Actis, vicepresidente Institucional de la UNLP comentó que "la UNLP dispuso de una partida de 100 mil pesos para los insumos y esto posibilitó la puesta en marcha del proyecto". Todo este movimiento se gestó a pocas horas de decretarse el aislamiento social por la pandemia del COVID-19.

Diego Pinciroli tiene un vínculo muy fuerte con la FCAG y en gran parte por el amor que su padre, el Ing. Roberto Pinciroli, tenía por su lugar de trabajo de quien heredó el mismo sentimiento. Diego también le suma su pasión por el aeromodelismo y todo confluye en que sea uno de los Nodocentes de la UNLP involucrados en el engranaje de hacer y distribuir máscaras faciales para el personal de salud de la región. Dialogamos con él para conocer más sobre esta actividad solidaria que nació tan solo dos días después de declarada la cuarentena en nuestro país.

"Mi tarea en el grupo es ser uno de los 6 coordinadores, a mí me toca organizar la logística y en especial, la interacción con los impresores 3D. Hubo que organizar la logística de la entrega del material, conseguir un transporte y un chofer, un lugar para guardar los elementos hasta la entrega, y más".

El equipo de coordinadores se distribuye la tarea de tomar los pedidos de los hospitales, comprar los insumos con el dinero que otorga la UNLP y también con todo lo que la gente y algunos negocios donan. Otra tarea es la de difusión de toda la actividad. "Nosotros pedimos un referente por institución y es a quienes les damos los kits de las máscaras. Entregamos unas 30 máscaras por lugar de salud. Esos referentes retiran todo en el Comedor Universitario y se acuerda fecha y horario.

Por recomendación del Ministerio de Salud, se tomó la decisión de entregar las máscaras desarmadas, en forma de kit, de esta manera los hospitales al recibirlas pueden proceder a la esterilización de forma adecuada y luego armarlas con la ayuda de un instructivo que acompaña cada kit".

"Puntualmente -explica Diego Pinciroli- yo me encargo de la comunicación con los impresores 3D, son chicos y chicas con ganas de imprimir y estamos comunicados por WhatsApp. Luego de enviarles el archivo para imprimir la máscara, los asesoro sobre cómo configurar la máquina para poder imprimirlas o para guiarlos en alguna cuestión, compartir dudas, solucionar los problemas que aparecen en ese trabajo. Es un ida y vuelta permanente.

Me ha llamado gente de otras provincias (Santa Fe, Chubut, La Rioja, Mendoza, Córdoba, Santa Cruz) y de Costa Rica. La mayoría de estas personas buscan asesoramiento sobre lo que estamos haciendo para tratar de hacer lo mismo en sus lugares. Pude compartirles el archivo de impresión que utilizamos y que fue testeado por médicos del Policlínico Gral. San Martín. Los archivos para imprimir son de acceso libre.

También se interesan bastante en conocer cómo nos organizamos en cada tarea. No es algo menor porque ¡requiere toda una arquitectura!".

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Hasta la fecha, más de 140 instituciones del rubro de la salud recibieron máscaras.
El total estimado de máscaras que ya se encuentran en uso por el sistema de salud es de 2900 máscaras. Con un remanente de 800 máscaras más en proceso de recolección y entrega.
A la pregunta sobre cuánta gente imprime, Diego resalta que cada día se suma más gente. "Empezaron unos 6 compañeros que teníamos impresora 3D y hoy hay más de 124 impresores voluntarios que en sus respectivas casas, ponen su tiempo y sus impresoras 3D al servicio de este gran trabajo mancomunado. Algunos tienen más de una impresora y por eso se cuentan 139 máquinas, y día a día estas cifras se incrementan.
Hasta el momento, la comunidad que coordinamos logró imprimir más de 3750 máscaras. La UNLP donó 160 rollos de filamento y la empresa Grilon donó 10 rollos".

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La máscara

El modelo fue probado por personal médico y seleccionado entre varias opciones propuestas. "Un grupo del Hospital San Martín quedó conforme y sugirió que el elástico sea parte de la impresión", agrega Pinciroli.

Los responsables de este proyecto explican que la máscara se compone de cuatro piezas impresas en 3D, visera, elástico, refuerzo inferior y cuña de sujeción más una hoja de acetato transparente tamaño A4. Es una evolución desarrollada por la comunidad a partir de diseños libres publicados en internet y ampliamente difundidos. Fue refinado para mejorar el aprovechamiento del material y los tiempos de impresión, así como también consideraciones de esterilización. Siempre sujetos a la disponibilidad de recursos locales y soluciones emergentes.

Además, el plástico utilizado para la elaboración de las máscaras -PLA- es derivado del maíz y otros vegetales, lo que lo hace amigable con el medio ambiente. Es de producción nacional y, por eso, más accesible en el mercado.
El proyecto tiene buena difusión en los medios de comunicación.

Comunidad de impresores 3D

Son jóvenes que se nuclean en la "Comunidad Maker LP", cada uno trabaja en su casa y tienen una o más impresoras 3D. Realizan su trabajo de manera gratuita y a la mayoría se les entrega la materia prima aunque varios han puesto su propio material. Diego Pinciroli comenta la gran colaboración que cada uno ofrece a todo el emprendimiento, "nosotros les entregamos el plástico -1 kilo aproximadamente- y luego retiramos lo que imprimieron pero varios de ellos usaron hasta 8Kg del material que tenían en sus casas y lo donaron".

El camino hasta los destinatarios

Diego Pinciroli cuenta que fue muy importante contar con un lugar de resguardo de las máscaras, "una vez que pasan a buscar los elementos por las casas de cada impresor, se llevan a uno de los Comedores Universitarios. Alejandro Aranda es un compañero Nodocente, chofer del comedor, y dos compañeros más, Amilcar Iriarte y Juan Coloccia, que están en el comedor ordenando y recibiendo las máscaras que trae Alejandro, después de la recolección por los diferentes hogares de los impresores. En el Comedor se arman y se organiza la entrega a cada responsable de la institución médica. Hacen un trabajo muy bueno y nos une las ganas de dar una mano".

Todo el grupo cuenta con un protocolo ideado especialmente para la manipulación de las piezas fabricadas y para la logística implementada.

Semanalmente se actualizan los datos de la tarea realizada.

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La Escuela de Aeromodelismo La Plata (entidad sin fines de lucro) nació hacia 1993 como una prolongación de las actividades docentes del profesor Jorge H. Gismondi en el Área Talleres de la Escuela Graduada J. V. González de la UNLP (a cargo desde 1991 a 1997 y 2007 a 2012), en la Escuela Municipal de Arte del Pasaje D. Rocha (1994) y la instrumentación de la EGB3 en la Escuela Graduada (desde 1996 a 2006).

http://escueladeaeromodelismolaplata.com/

Detalles de la máscara y el proyecto en:
file:///D:/Users/Usuario/Downloads/23_4_2020_Mascaras%20Protectoras%20COVID-19.pdf