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Malvinas, Río Grande y una estación astronómica
Por Per. Alejandra Sofía.

En este 2 de abril, Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, compartimos una historia que enlaza aquellos días de guerra con la actividad de la Estación Astronómica de Río Grande (EARG) que es parte de la Facultad de Cs. Astronómicas y Geofísicas. A través de los recuerdos y vivencias de tres hombres que fueron o son parte de la EARG, recuperamos algo de la historia de aquellos días donde la guerra y el trabajo cotidiano se cruzaban en cada esquina.

"En Río Grande resignifiqué y vi lo que es la dimensión Malvinas para los fueguinos"

Prof. José Luis Hormaechea, Jefe de la Estación Astronómica de Río Grande. (*)

 
Imágenes de la Estación Astronómica Río Grande.

José Luis Hormaechea llegó a Río Grande en 1988 y allí se quedó hasta el presente. Sobre la Guerra de Malvinas recuerda, "cuando llegamos nos encontramos que el tema Malvinas, asociado estrechamente con la última dictadura militar, acá trascendía el ámbito castrense. La población de Río Grande se apropió de la causa Malvinas, de hecho, la movilización del 2 de abril aquí es muy masiva, somos casi 4000 personas. Los ex combatientes comenzaron haciendo un fogón y una vigilia en la noche del 1º de abril y eso fue creciendo cada vez más, la gente acompaña mucho. El 2 de abril hay muestras, desfile civil y militar, todo muy masivo y emocionante.
Acá resignifiqué y vi lo que es la dimensión Malvinas para los fueguinos".

Comunidad de Río Grande y el 2 de abril.

"El 2 de abril de 1982 fui el observador de esa noche en la Estación"

 Luis Barbero, observador en la EARG

Luis Barbero.

"Cuando fue el conflicto de Malvinas yo tenía 26 años, era un joven alejado de la metrópolis y de la cultura, entonces mi sensibilidad con respecto a un concepto como nación o como pertenencia a un estado, era muy diferente, no lo tenía arraigado. Hasta Malvinas.

Con mis amigos, en primera instancia salimos a las calles, pero después de unos días me di cuenta que era difícil que ganáramos, tenía cuidado de no expresarlo ni siquiera en mi entorno porque el ánimo era otro, pero yo ya lo sentía así.
Había simulacros, mi hermano y yo nos anotamos para recorrer la manzana y ver que todas las ventanas de las casas estuvieran bien cerradas y no se filtrara luz alguna.

También me acuerdo que en el Batallón de Infantería de Marina Nº 5 que estaba en la isla y que después fue llevado a Malvinas, hicieron unos cursos llamados "observador adelantado". Yo me inscribí, vivía a media cuadra del Batallón, éramos tres que estábamos en la Estación y nos escribimos para hacer el curso. Resulta que después del curso, si eras observador adelantado te ponían en el campo y tenías que empezar a guiar unos cañones dándole dirección, ángulo y tenías que estar entre la tropa del enemigo y tu propia tropa. No era lo que esperaba.

Había mucho despliegue militar, dos pistas auxiliares que se habían hecho en la ruta 3 durante el conflicto con Chile en 1978, estaban operativas en caso de que los aviones no pudieran salir o aterrizar en el aeropuerto de Río Grande. Estaban cerca de la estancia Las Violetas y otra cerca de la estancia Viamonte.

La EARG está a 300 metros del aeropuerto, cuando nosotros llegamos a la Estación había militares desplegados porque era una zona y un lugar en donde la jefatura militar creía probable que pudiese ser bombardeada. De hecho, hubo intentos del Servicio Aéreo Especial (SAS) británico de hacer volar los aviones Super Étendard que estaban en esas pistas. Por suerte eso no sucedió pero hubo una jornada de alarma general por un helicóptero que finalmente no atacó y cayó o aterrizó de emergencia en zona chilena.
En la Estación teníamos un cuaderno donde anotábamos los informes diarios de todo lo que habíamos hecho o algún impedimento surgido, por ejemplo, malas condiciones climáticas.

Hoy reviso aquellas fechas y veo que el 1º de abril observó Ituarte y anotó que estaba nublado. El 2 de abril observé yo, figura que observé los grupos 6 y 7 y que no eran buenas imágenes pero en el segundo grupo, mucho mejor.

Entre el 16 de mayo y el 27 mayo de 1982 no hay registros, debe ser la fecha en que se retiró el astrolabio de la EARG, creo que fue porque había mucha posibilidad de un ataque en el aeropuerto.

El 2 de mayo le tocaba a Rodríguez y él escribe a las 21h, "alerta roja en Río Grande". Recuerdo que yo estaba en casa y, salvo mi viejo que no hizo caso, mi vieja, mi hermano y yo nos pusimos debajo de una mesa. A los 10 minutos tuvimos que salir para ver si toda la cuadra estaba a oscuras.

Por todas esas cosas la gente de acá está muy involucrada. Por mi forma de ser y cierta fobia a estar con gente no participo del acto del 2 de abril pero en mis largas noches de insomnio leo mucho y tengo muchos libros sobre el conflicto armado".

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Sobre Luis Barbero, el Prof. Hormaechea comenta, "es el observador astronómico más veterano y uno de los mejores observadores con astrolabio, del mundo, por la cantidad y calidad de sus observaciones. Hoy, Luis ya no usa el astrolabio, es un webmaster, operador GPS y realiza el procesamiento de las observaciones GNSS, un sistema global de navegación por satélite.
Hace años, observaban unas 70 estrellas por noche para determinar la posición geográfica astronómica, el astrolabio Danjon contribuía al monitoreo del movimiento de rotación de la Tierra y el movimiento del polo. Esa técnica astrométrica fue reemplazada por técnicas espaciales, Los datos se enviaban a Francia y a Japón, lugares donde se concentraban las observaciones astrométricas para determinar las coordenadas del polo. Esos datos sirven tanto a la Geofísica como a todos los usuarios de posicionamiento preciso. Antes del GPS el posicionamiento sobre la superficie de la Tierra era algo astronómico: la geodesia astronómica.

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Luis Barbero hace memoria, "a fines de 1978 se hizo un llamado entre la comunidad para encontrar observadores para la futura Estación que se inauguró en 1979. Vino gente de La Plata, hicieron unas reuniones con todos los que nos anotamos. Recuerdo que hablé con el Prof. César Mondinalli que era el director científico y con el Jefe de la EARG de esa época, Francisco Buján. Al poco tiempo seleccionaron a 6, nos dieron un curso sobre los instrumentos de la Estación, sobre equipos de comunicación VHF con antena. Hicimos cursos sobre el manejo de aparatos como el astrolabio de Danjon.
Yo ingresé al año, en una segunda tanda y soy el único observador que queda.

Mi trabajo comenzaba dos horas antes de observar, abríamos el recinto para que los instrumentos -astrolabio, un prisma y sensores de temperatura- alcanzaran la temperatura ambiente para que los datos fueran reales. En invierno teníamos temperaturas cercanas a los -11ºC. Cada mes cambiábamos el grupo de estrellas a observar. Cada noche eran dos grupos de unas 35 estrellas y las observábamos entre 2 horas y 2 horas y media, descansábamos un rato y de nuevo a observar la segunda tanda".

Sobre ser considerado el mejor observador con astrolabio, Luis Barbero dice, "había un programa que determinaba la exactitud de la toma de datos y tenía una fórmula que especificaba el residuo, a menor residuo mejor era la resolución. Luego de un tiempo empecé a tener muy buenos valores en las estrellas que observaba. Fue un programa que duró 20 años, hasta mayo de 1999.

En una buena noche observábamos 70 estrellas, hoy con los GPS tomamos 1 dato por segundo, o sea, que si multiplicas por 24 horas ¡es impresionante! Además con el astrolabio si estaba nublado o llovía no podíamos observar y hoy, con la tecnología GPS observas todos los días las 24 horas, sin importar el clima.

En aquellos años trabajaba desde las 22.00h hasta las 6.00 de la mañana, hoy cuando tengo que hacer muchas cosas, voy a las 12.00h y me quedo hasta las 22.00h, sino normalmente voy a las 15.00h y me quedo hasta las 21.00h. Para mí es un trabajo perfecto, tengo un compañero de laburo que se llama Gerardo Connon, que por temperamento nos llevamos muy bien, los dos coincidimos con la forma de ser contemplativos con la naturaleza, o con los fantasmas de las cosmologías. Siempre me cayó bien el trabajo de observador astronómico, va con mi forma de ser, solitaria.


"Desmonté el astrolabio de Danjon y lo oculté en el pueblo unos días"

Agrim. Francisco Buján. Jefe de la EARG durante la Guerra de Malvinas.

A la izq. el Prof César Mondinalli y Agrim. Francisco Buján.

En un racconto de cómo se dieron las cosas en la EARG durante la Guerra de Malvinas, el Agrim. Francisco Buján recuerda, "con Raúl Perdomo (involucrado en los orígenes de la Estación y actual Decano de Cs. Astronómicas y Geofísicas) hicimos juntos el servicio militar en el Instituto Geográfico Militar, ambos habíamos pedido prórroga hasta recibirnos. Desde ese momento me empezó a entusiasmar para hacerme cargo de la EARG hasta que me convenció y en 1979 asumí ese cargo hasta 1988. Siempre tuve ganas de venir acá, desde mi viaje de egresados del colegio secundario, en un barco por los canales fueguinos".

Sobre esa época, Buján recuerda que "ya era una zona muy sensible porque en diciembre de 1978 fue el conflicto con Chile por el Beagle, pasado eso, nos vinimos a instalar definitivamente, participé en el armado del astrolabio de Danjon y en la terminación de la Estación, etc.".

"La guerra aquí se vivió de una manera muy especial, hacíamos prácticas como si fuéramos a recibir algún ataque y estábamos funcionando con todas las luces apagadas en horas de la noche, que acá son muy largas. Teníamos comida en el baúl de los autos, preparada para salir y cada uno sabía a dónde ir a protegerse ante un posible ataque. La Estación en esa época estaba en medio del campo y pegada al aeropuerto, hoy eso cambió y ahora quedó medio rodeado por las casas.

Un día nos avisaron que se terminaban los simulacros y que si sonaba la alarma sería cierto y que cada cual hiciera lo que tuviera que hacer. Un día estaba en la Estación y a un soldadito de la base naval que está ahí nomás se le escapó un tiro y todos empezaron a tirar, fue infernal.
Desde la puerta de la estación astronómica veíamos los aviones cuando los sacaban del aeropuerto y los ponían en la calle que baja al pueblo y que, justamente, pasa por la estación astronómica.

Para un café o almuerzo, íbamos al bar del aeropuerto que estaba pegado a la Estación, era el lugar para juntarse. Allí veíamos llegar a los pilotos con los aviones agujereados por todos lados, bajaban a tomar algo y se ponían a llorar porque habían perdido un compañero, y tantas otras historias.

Se había transformado en un peligro estar viviendo allí, me fui y le pedí permiso al Prof. Mondinalli para sacar el astrolabio. Él no estaba muy de acuerdo pero lo convencí porque veía que la cosa se ponía cada vez peor.

Yo tenía la seguridad de que podía sacarlo y volver a colocarlo sin que pasara nada malo porque había estado en el armado del instrumento y se podía volver a montar sin problemas.

Así es que lo llevé a una casa del pueblo, lo metí en una fosa tapado con un bote inflable que tenía, Ese lugar era el que habíamos preparado con mi mujer para meternos si había algún ataque, ella estaba embarazada.

Un día sonó la alarma y nos metimos allí junto a la familia dueña de la casa. Había chicos y no teníamos luz ni radio para saber qué pasaba. A las dos horas le dije a mi amigo -vamos a salir, sé algo de inglés y cualquier cosa le explicaremos que somos unos pobres infelices que no tenemos nada que ver.
Salimos, no había nadie y a los 5 minutos pudimos escuchar que había sido una falsa alarma. Encubrieron información.

Cuando me fui de la EARG volví a Buenos Aires y sólo regresé a Río Grande cuando mi hijo ingresó a la Facultad y aquí estoy. Sigo teniendo muy buena relación con todos los muchachos de la Estación".


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(*) La Estación Astronómica Río Grande depende del CADIC-CONICET y de la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la Universidad Nacional de la Plata. Inició sus actividades en 1979 y desde entonces ha contribuido al monitoreo de la Rotación de la Tierra y el Movimiento del Polo y al mejoramiento de los catálogos estelares en el Hemisferio Sur.

Desde 1984 desarrolla, además, un programa de Geodesia Satelitaria aplicado a resolver problemas regionales que requieran la definición y materialización de sistemas de referencia terrestres.

Desde 1996 hasta 2009, llevó adelante un programa especial de Divulgación de la Astronomía (ProDIA) conjuntamente con la Facultad Regional Río Grande de la UTN. A través del mismo funcionó el Planetario de Río GrandeDesde 2017 desarrolla, en forma conjunta con la Dirección de Turismo de la ciudad, la iniciativa *El Cielo de Río Grande* a través de la cual se promueven y llevan adelante actividades de divulgación de la Astronomía para el público general.

Desde 1999 la EARG opera una estación sismológica en Ea. Despedida, 40 km. al W de Río Grande; desde el 2003 otra en Termas del Río Valdez y en el 2006 se instaló una más en Bahía El Torito (Lago Fagnano). Éstas forman parte de un proyecto que dirige la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas (FCAG) de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP).

 

 

 

Actualizado el 02/04/2020